Browsing all articles tagged with Terremoto
Abr
7

Sistemas de aviso urgente de terremotos

Durante estas últimas semanas entre algunos de los vídeos que se han podido ver sobre el terremoto que afectó a gran parte del este de Japón había también algunos que mostraban los avisos que se daban a la población sobre la llegada inminente del terremoto.

Debido a que las ondas sísmicas se propagan más lentamente que las electromagnéticas, las estaciones sismológicas más cercanas a la zona del epicentro pueden avisar por teléfono, radio o televisión a la población con cierta antelación, dependiendo de la distancia que haya entre esa gente y el epicentro. Así, aunque a veces da tiempo a salir de la casa o del ascensor, otras tan sólo da tiempo a meterse debajo de una mesa, o incluso a veces uno se encuentra tan cerca del epicentro que no da tiempo a hacer nada.

En el caso del terremoto del 11 de marzo, al producirse en la zona de Tôhoku, el aviso se pudo emitir unos 80 segundos antes de que el terremoto se empezara a sentir en Tokyo, a más de 370 km al sur, lo cual dio tiempo a mucha gente a estar preparada, e incluso a empezar a grabarlo antes incluso de que empezara. Yo mismo pude experimentar esto dos días antes del 11 de marzo cuando hubo otro terremoto en la misma zona y vi el aviso por televisión un minuto antes de empezar a sentirlo, como escribí en mi microblog aquel día.

Existen diversos dispositivos y software para recibir este tipo de avisos: los teléfonos móviles japoneses desde hace un tiempo tienen este sistema integrado y obligatorio. Los smartphones no japoneses no disponen de este servicio, pero existen diversas aplicaciones que lo suplen en cierta medida, la más famosa de las cuales tal vez sea “yure kure kôru” (ゆれくれコール, “la llamada del temblor que llega”), una aplicación gratuita para iPhone que ha sido de las más descargadas estas semanas. Estos sistemas hacen que se oiga (aun teniendo el teléfono en modo vibrador) un fuerte pitido que llama la atención. Estos días era bastante habitual estar dentro un tren, oír como en los teléfonos de mucha gente se oía la alarma de terremoto, y justo después el tren hace una parada de seguridad para prevenir descarrilamientos. Además del pitido llega un mensaje indicando la zona del epicentro y la intensidad calculada, tanto en la zona del foco como en la zona donde uno se encuentra (normalmente se puede configurar para que sólo avise a partir de cierta intensidad).

Hay también aparatos que se colocan en casa y que están conectados a los servicios sismológicos, avisando también con un fuerte pitido que alerta a los que están en casa.

Respecto al software existente para ordenador, los más famosos para el público en general son “The Last 10 Second” (sugerente nombre), de pago, y un programa gratuito llamado SignalNow Express, que avisan de manera similar a la de los móviles. En el siguiente vídeo se puede ver como una persona de Tokyo recibe el aviso por el programa “The Last 10 Second” antes de empezar a sentir los temblores, mediante una cuenta regresiva, tras lo cual se oye: “llegada”.

Puedo decir por experiencia que ser consciente de que en unos segundos te va a sacudir un terremoto pone como mínimo bastante nervioso, aunque es una experiencia en cierto modo curiosa para aquellos que no estén acostumbrados.

Por último, quizás la manera más “clásica” de enterarse de que se acerca un temblor es mediante la televisión. La cadena por excelencia es la cadena pública NHK, la que primero retransmite la información, con el clásico mensaje: “緊急地震速報です。強い揺れに警戒してください(“Esto es un aviso urgente de terremoto. Prepárese para un fuerte temblor”). Justo después indican las zonas que se verán afectadas y recomiendan esconderse bajo una mesa, etc. Aunque es algo relativamente habitual en Japón, estas semanas pasadas los avisos han sido constantes.

El por qué la gente prefiere la cadena NHK frente a otras cadenas para informarse de los terremotos lo podéis ver en el siguiente vídeo donde se ven simultáneamente las retransmisiones de las principales cadenas en el momento del terremoto del 11 de marzo: mientras que la NHK tardó muy pocos segundos en avisar, las demás cadenas lo hicieron más de dos minutos después, cuando el temblor ya se estaba sintiendo en Tokyo, como se puede ver en algunos estudios de televisión que estaban retransmitiendo en ese momento. La pantalla de la NHK es la de arriba a la izquierda:

Por último, dejo un vídeo en el que se ve únicamente la retransmisión de esos momentos de la NHK (con subtítulos en inglés). En ese momento se estaba retransmitiendo una sesión del Parlamento japonés, y pocos segundos después del aviso los que estaban reunidos empiezan a notar los temblores.

Mar
13

Cómo he vivido el mayor terremoto en la historia de Japón

Escribo esta entrada un par de días después del terremoto que ha ocurrido frente a la costa noreste de Honshû, del que todo el mundo ya ha oído suficiente y no es mi intención explicar, así que me limitaré a contar cómo lo he vivido estos tres días.

En el momento de la primera (y mayor) sacudida me encontraba volviendo de una excursión en una zona rural al oeste de Tokyo con un amigo japonés. Justo estaba haciendo una foto cuando me da la típica sensación de mareo que siempre da antes de darse uno cuenta de lo que realmente está pasando. Entonces el resto: árboles agitándose, un característico ruido de todo sacudiéndose, crujidos y sensación de que todo (incluyendo las montañas que había alrededor) temblaba. Rápidamente consulté en el teléfono móvil la información sísmica  mientras pensaba que allá donde estuviera el epicentro lo debían estar pasando muy mal. Efectivamente, al ver que se trataba de un grado 7 en la escala japonesa me doy cuenta de que jamás he oído de un sismo de semejante magnitud en Japón (que ya es decir).

1
A los pocos minutos del terremoto en los combini ya se habían preparado para que no se les cayeran las botellas

Seguimos caminando hacia la estación de tren que nos debía llevar de vuelta a la zona más urbana y mientras tanto vamos notando las sacudidas de las réplicas, la más fuerte de las cuales nos pilló en la misma estación. La gente no se movía, pero yo tenía claro que estaba más seguro fuera de la estación que bajo techo.

Al poco rato se dice por megafonía que se trataba del mayor terremoto del que se tenía constancia en el país, y que todo el servicio de tren de la zona se encontraba parado hasta nuevo aviso. Tras varias horas esperando y tras saber que no se iba a restablecer el servicio hasta el día siguiente llamamos a unos amigos que vinieron rápidamente a buscarnos en coche (¡gracias!).

2
La máquinas muestran que el servicio ferroviario se encuentra parado.

Las principales vías de acceso a Tokyo estaban bastante saturadas como era de esperar al no haber servicio ferroviario, pero finalmente llegamos a nuestras casas esa noche. Mientras, las réplicas no cesaban, algunas suficientemente fuertes como para hacer que me pusiera de pie preparado para salir a la calle en cualquier momento. Esa noche dormí a ratos, ya que los temblores me iban despertando.

A la mañana siguiente empiezo a informarme más en profundidad sobre la situación al norte del país, donde estaban pasándolo realmente mal tras los terremotos en sí, los tsunamis y los incendios. Empiezo a darme cuenta de que muchos medios extranjeros, y especialmente españoles, están basando las noticias en lo que les decían algunos “bloggers” que están viviendo aquí. No sé si eran los propios medios tergiversando la información a base de medias verdades o los mismos informantes que querían atraer la atención, pero a partir del sábado empecé a leer noticias que describían un Tokyo al borde del holocausto: gente abarrotándose en supermercados casi vacíos, amenazantes réplicas que no dejan de sucederse, una población totalmente alarmada por la explosión en la central nuclear de Fukushima, gente que empieza a escapar de la capital por miedo a la contaminación radioactiva, etc. Y mientras yo viendo una realidad totalmente diferente:

3
Supermercado el sábado por la tarde: “sin existencias” y “abarrotado” de gente loca por comprar víveres para sobrevivir a la catástrofe.

Lo único que pude ver en los cinco o seis supermercados a los que entré en varias zonas de Tokyo fue que se acabaron ciertos productos, como los fideos instantáneos, la mayoría de marcas de leche y agua y algún otro producto. El resto, más o menos como siempre.

Evidentemente es serio, y mucho, lo que ha pasado. Pero de ahí a que realmente estemos viviendo esa situación descrita por algunos medios hay mucha diferencia. Uno siente las réplicas si está en casa sentado, no así si está caminando. De hecho, la inmensa mayoría de las réplicas se oyen más que sentirse: hay que mirar la lámpara (es el sismógrafo de muchos de nosotros) o las cortinas para cerciorarse de que realmente hay un temblor… os podéis hacer una idea de en qué han consistido esas réplicas. Mientras, amigos japoneses llamándome para ir al centro de Tokyo a cenar, etc., todo dentro de la más absoluta normalidad (o casi). Los desperfectos en Tokyo hay que buscarlos: algún cristal roto y poco más.

Otra cosa son los medios japoneses: en un país normalmente falto de noticias en el que una paliza a un actor de kabuki es la noticia más analizada y comentada del mes es de esperar que la noticia de este desastre sea el único tema del que hablan. De hecho, la mayoría de los principales canales de TV llevan emitiendo ininterrumpidamente noticias desde el viernes día y noche, aún no he visto otro programa en TV que no sean noticias.

Unas imágenes que no estaréis acostumbrados a ver: presentando las noticias con casco.
4
5
6
En esta última foto dando las noticias además a oscuras debido a los cortes de luz que ha empezado a haber esta tarde en la prefectura de Miyagi. Todo un ejemplo de profesionalidad, ¿no?

En resumen, muy mal los medios de comunicación extranjeros, que se han dedicado a alarmar a la gente (sobre todo a las familias de los que vivimos aquí) y a centrar gran parte de la noticia en Tokyo, donde prácticamente todo ha transcurrido dentro de la normalidad (excepto el paro de trenes, algunos desperfectos y los cortes de luz que se prevén para mañana lunes), quitando protagonismo a quienes realmente lo merecen: las prefecturas de Fukushima, Iwate y Miyagi.

Y a todo esto, he oído que en España se ha dicho que la embajada española ha confirmado que todos los españoles se encuentran bien. Que yo sepa, solo han intentado ponerse en contacto con los españoles residentes en las zonas afectadas, no han llamado a nadie aquí en la capital (tampoco es que lo necesitemos). Lo curioso es que ellos me dijeron que me debía inscribir en el registro de la embajada precisamente para esto, para que me localizaran en caso de terremoto. Bueno sí, y para avisarme de los eventos oficiales que haya en la embajada.

Como último punto a remarcar decir que me he quedado admirado del comportamiento del pueblo japonés ante la catástrofe: están demostrando ser un país preparado y dispuesto a ayudarse entre ellos. Aunque los que leéis este blog sabéis que también me quejo cuando hay cosas que no me gustan de aquí, sin duda lo que ha pasado estos días ha hecho que crezca mi admiración por este país.

Japón ha sabido salir adelante con la cabeza bien alta tras otras catástrofes, estoy seguro de que saldrá también airoso de esta.

Buscador de hoteles