Ayutthaya
Debo reconocer que Ayutthaya no nos pareció tanto como esperábamos. No sé si fue el hecho que la presentan como el Angkor Wat de Tailandia (cuando para nada es comparable a su impresionante vecino camboyano), o que ya venía de Bangkok saturado de templos, o que el día estaba nublado y no acompañaba… yo que sé, pero me esperaba más, bastante más. No es que no valga la pena ir, ni mucho menos. Situada a unos 80 km al norte de la capital, se tarda una hora escasa en tren, y lo mejor es que se puede ir por 35 céntimos de € si se va en clase normal, sin aire acondicionado (nada que no se resuelva bajando la ventanilla).
Aprovechando la espera del tren (estación central de Bangkok).
Una de las cosas que me sorprendieron fue la gran cantidad de gente que vive hacinada en chozas. Lo más curioso es mucha de esta gente tenía parabólica y un Mercedes o BMW en la puerta. Esto de los coches era algo general en Tailandia, digo yo que los deben regalar o algo.
Algunas vistas desde el tren:
Ayutthaya fue la capital del próspero reino de Siam durante más de 400 años. Cuando fue atacada por los ejércitos birmanos la ciudad fue quemada, y lo que se puede visitar hoy día son las ruinas de lo que en un tiempo fue. Tras la derrota la capital de Siam fue trasladada a uno de los 50 distritos de la actual Bangkok.
El hecho de que en su época haya sido una de las ciudades más importantes y prósperas del mundo hace que querer visitar todos los templos de Ayutthaya sea una tarea que puede llevar varios días. Y, la verdad, no creo que valga la pena ver más de los principales templos que salen en las guías. Nosotros decidimos visitar cuatro.
Cabeza de Buddha atrapada en una higuera, en Wat Mahatat, considerado el templo más importante de Ayutthaya. Se dice que es una cabeza de una estatua de Buddha que los birmanos decapitaron y que el árbol atrapó entre sus raíces al crecer.
El templo de Wat Chaiwatthanaram, con su Prang de 35 metros. Un prang es una torre/capitel propia de templos importantes.
En este templo hay bastantes estatuas de Buddha, aunque la mayoría están decapitadas.
El interior del prang que he mencionado antes. Todavía se conservan restos de los frescos que hay dentro.
Ayutthaya se encuentra en la confluencia de tres ríos, lo que a efectos prácticos la convierte en una isla. Tiene en su interior varios canales que facilitaban la comunicación.
Los paseos en elefante son bastante populares aquí, sobre todo entre los visitantes japoneses.
Parte del antiguo palacio real (Wihan Phra Mongkhon Bophit), junto al templo de Wat Phra Sri Sanpeth.
Wat Phra Sri Sanpeth, con sus tres estupas (chedis en tailandés) que se dice que contienen las cenizas de tres importantes reyes, además de reliquias de Buddha.
Después de escribir esta entrada, y viéndolo con perspectiva, me doy cuenta que tampoco estuvo mal la visita. Es lo que pasa cuando uno lleva días viendo templos. Si todavía os quedan ganas de ver templos, podéis ver aquí los que he comentado y alguno más con vistas de 360º.
1 Comment to “Ayutthaya”
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