Nakameguro (中目黒)
Hace unas semanas estuve por la zona de Nakameguro, una tranquila zona al sur de Shibuya conocida por sus cafés a los lados del río Meguro.
En las tardes-noches de primavera y verano las tabernas (飲み屋) y los restaurantes de carne a la brasa (焼肉屋) se llenan de gente que sale a relajarse tras un día de trabajo y aunque se ve bastante gente por la calle, la zona nunca pierde su ambiente de relativa tranquilidad.
Especialmente recomendable es darse un paseo por la zona durante la floración de los cerezos. Es, de hecho, uno de los lugares más recomendados para ver el sakura en Tokyo.
Los cerezos que hay a ambos lados del río se unen creando un túnel de flores. En realidad, al tratarse de calles estrechas, las flores de los cerezos lo cubren prácticamente todo.
En esta ocasión sólo tenía a mano la cámara del iPhone, que es con la que saqué todas las fotos de esta entrada.
Aunque yo esta vez sólo estuve de día, a ser posible hay que venir al anochecer, que es cuando los farolillos y otras luces colocadas durante esta época iluminan los árboles.
La zona es fácilmente accesible desde las estaciones de Meguro o Nakameguro, y la zona a recorrer sigue el curso del río más o menos entre estas dos estaciones.
Sistemas de aviso urgente de terremotos
Durante estas últimas semanas entre algunos de los vídeos que se han podido ver sobre el terremoto que afectó a gran parte del este de Japón había también algunos que mostraban los avisos que se daban a la población sobre la llegada inminente del terremoto.
Debido a que las ondas sísmicas se propagan más lentamente que las electromagnéticas, las estaciones sismológicas más cercanas a la zona del epicentro pueden avisar por teléfono, radio o televisión a la población con cierta antelación, dependiendo de la distancia que haya entre esa gente y el epicentro. Así, aunque a veces da tiempo a salir de la casa o del ascensor, otras tan sólo da tiempo a meterse debajo de una mesa, o incluso a veces uno se encuentra tan cerca del epicentro que no da tiempo a hacer nada.
En el caso del terremoto del 11 de marzo, al producirse en la zona de Tôhoku, el aviso se pudo emitir unos 80 segundos antes de que el terremoto se empezara a sentir en Tokyo, a más de 370 km al sur, lo cual dio tiempo a mucha gente a estar preparada, e incluso a empezar a grabarlo antes incluso de que empezara. Yo mismo pude experimentar esto dos días antes del 11 de marzo cuando hubo otro terremoto en la misma zona y vi el aviso por televisión un minuto antes de empezar a sentirlo, como escribí en mi microblog aquel día.
Existen diversos dispositivos y software para recibir este tipo de avisos: los teléfonos móviles japoneses desde hace un tiempo tienen este sistema integrado y obligatorio. Los smartphones no japoneses no disponen de este servicio, pero existen diversas aplicaciones que lo suplen en cierta medida, la más famosa de las cuales tal vez sea “yure kure kôru” (ゆれくれコール, “la llamada del temblor que llega”), una aplicación gratuita para iPhone que ha sido de las más descargadas estas semanas. Estos sistemas hacen que se oiga (aun teniendo el teléfono en modo vibrador) un fuerte pitido que llama la atención. Estos días era bastante habitual estar dentro un tren, oír como en los teléfonos de mucha gente se oía la alarma de terremoto, y justo después el tren hace una parada de seguridad para prevenir descarrilamientos. Además del pitido llega un mensaje indicando la zona del epicentro y la intensidad calculada, tanto en la zona del foco como en la zona donde uno se encuentra (normalmente se puede configurar para que sólo avise a partir de cierta intensidad).
Hay también aparatos que se colocan en casa y que están conectados a los servicios sismológicos, avisando también con un fuerte pitido que alerta a los que están en casa.
Respecto al software existente para ordenador, los más famosos para el público en general son “The Last 10 Second” (sugerente nombre), de pago, y un programa gratuito llamado SignalNow Express, que avisan de manera similar a la de los móviles. En el siguiente vídeo se puede ver como una persona de Tokyo recibe el aviso por el programa “The Last 10 Second” antes de empezar a sentir los temblores, mediante una cuenta regresiva, tras lo cual se oye: “llegada”.
Puedo decir por experiencia que ser consciente de que en unos segundos te va a sacudir un terremoto pone como mínimo bastante nervioso, aunque es una experiencia en cierto modo curiosa para aquellos que no estén acostumbrados.
Por último, quizás la manera más “clásica” de enterarse de que se acerca un temblor es mediante la televisión. La cadena por excelencia es la cadena pública NHK, la que primero retransmite la información, con el clásico mensaje: “緊急地震速報です。強い揺れに警戒してください(“Esto es un aviso urgente de terremoto. Prepárese para un fuerte temblor”). Justo después indican las zonas que se verán afectadas y recomiendan esconderse bajo una mesa, etc. Aunque es algo relativamente habitual en Japón, estas semanas pasadas los avisos han sido constantes.
El por qué la gente prefiere la cadena NHK frente a otras cadenas para informarse de los terremotos lo podéis ver en el siguiente vídeo donde se ven simultáneamente las retransmisiones de las principales cadenas en el momento del terremoto del 11 de marzo: mientras que la NHK tardó muy pocos segundos en avisar, las demás cadenas lo hicieron más de dos minutos después, cuando el temblor ya se estaba sintiendo en Tokyo, como se puede ver en algunos estudios de televisión que estaban retransmitiendo en ese momento. La pantalla de la NHK es la de arriba a la izquierda:
Por último, dejo un vídeo en el que se ve únicamente la retransmisión de esos momentos de la NHK (con subtítulos en inglés). En ese momento se estaba retransmitiendo una sesión del Parlamento japonés, y pocos segundos después del aviso los que estaban reunidos empiezan a notar los temblores.
Cómo están las cosas por Tokyo a día de hoy (15 de marzo de 2011)
“Japón lucha por evitar una tragedia nuclear”, “Japón teme por una catástrofe nuclear”, “Se detecta un aumento vertiginoso de partículas radioactivas en Tokio” “Francia advierte que las autoridades japonesas no están diciendo la verdad respecto a los niveles de radioactividad”.
Titulares como estos están inundando los medios informativos por todo el mundo. ¿Qué hago, entonces, yo aquí? ¿Por qué no salgo pitando hacia el oeste del país o, mejor aún, hacia España? Voy a intentar explicar un poco cómo está la situación en Tokyo a fin de ofrecer una visión real, de alguien que está viviendo aquí.
En primer lugar decir que no soy ningún experto en física nuclear, aunque tengo algunas nociones y práctica en medicina nuclear. Dicho esto, aclarar que la dosis máxima horaria recibida en una hora en Tokyo en el momento en que la radiación ha sido más alta hoy (entre las 10 y las 11 de la mañana; horas después ya era solo una pequeña fracción de ese nivel) ha llegado a 0,8 μGy/h (o 0,8 μSv/h). Para hacerse una idea, de media, una radiografía de tórax emite unos 50 μGy, con lo que se puede calcular fácilmente que estar unas 62 horas a la intemperie (dentro de una casa la exposición a este tipo de radiación baja muchísimo) suponiendo que el nivel máximo se hubiera mantenido ese tiempo (que no lo hizo ni mucho menos) equivale a… recibir una radiografía de tórax. Si lo comparamos con una tomografía computarizada (TC) de abdomen (1200μGy), habría que estar 62 días seguidos a la intemperie en Tokyo suponiendo siempre que la radiación pico se hubiera mantenido (cosa que, insisto, no hizo). Más ejemplos: un pasajero de un vuelo Tokyo-Nueva York recibe unos 190μGy, lo que equivale a 10 días a la intemperie en Tokyo bajo esa situación. La situación en prefecturas cercanas a la central nuclear de Fukushima no es tampoco tan catastrófica ni mucho menos: haría falta estar bastantes días exponiéndose a ese nivel de radiación para equipararla a la radiación a la que nos exponemos en una simple tomografía.
Los niveles de radiación en Tokyo son fácilmente comprobables a través de muchas y diversas fuentes independientes entre sí. Este enlace, por ejemplo, se actualiza cada hora mostrando los niveles en la capital japonesa:
http://www.tokyo-eiken.go.jp/monitoring/index.html
Aquí un usuario particular comparte vía streaming la medición por un contador Geiger en su casa en Kôtô-ku, un distrito de Tokyo: (no sé lo que durará el enlace)
http://www.ustream.tv/channel/geiger-counter-tokyo
Hay muchas otras fuentes para ver los niveles de radiación actualizados, pero no es mi intención mostrarlos todos.
Lo que me fastidia de esto es la manipulación amarillista que están haciendo los medios, poniendo nerviosos a los familiares o conocidos de los que vivimos aquí, e incluso a japoneses que consultan medios de información extranjeros y pueden dudar de lo que dicen las autoridades aquí. Que incluso fuentes “serias” como la autoridad nuclear francesa afirme que el gobierno japonés no está diciendo la verdad respecto al estado de los reactores es como para hacer una denuncia formal a Francia. Si realmente ya se hubiera producido la fusión de varios núcleos no se explicaría que los niveles de radioactividad sean menores ahora que en el momento pico de esta mañana.
A los que viven en España tal vez les sorprenda saber qué niveles de radioactividad hay por allí:
Valores en μGy/h (o μSv/h) Fuente: Consejo de Seguridad Nuclear Español
Vamos, que el nivel de radiación que están recibiendo los españoles en general es bastante más alto que el que se está recibiendo actualmente en Tokyo, a veces más del doble. Y entonces, ¿a qué vienen esas fotos de operativos japoneses con mascaras antigás “descontaminando” a personas que vivían en zonas cercanas a la central? Por seguridad. Por si alguien todavía no lo sabe, si en algo son buenos los japoneses es en prevención: incluso ante nimiedades que en otros países se obviarían aquí se exageran por evitar males mayores: cualquiera que haya estado por aquí habrá visto como se destina a un operario simplemente a avisar de que hay un escalón por unas obras, o una gotera, etc.
Si yo, que como he dicho, no soy ningún entendido en la materia, ¿en qué narices están pensando los medios cuando publican semejantes titulares? De verdad, que no pase nunca nada de esto en España porque viendo este nivel de incompetencia entonces sí que habría que salir corriendo del país.
Para terminar, unas imágenes insólitas hasta hace unos días del centro de Tokyo. Debido a la parada de varias centrales nucleares y a la desviación de energía que se está haciendo hacia las zonas afectadas del norte estos días se está haciendo un esfuerzo por ahorrar energía y evitar cortes de suministro. Un ejemplo vivo de solidaridad. Algunas de las zonas más iluminadas del mundo ahora están medio a oscuras:
Studio Alta
Cuando normalmente está así: (foto tomada de Flickr)
Shinjuku dôri: (cuando su aspecto habitual es este)
Nishi Shinjuku, zona conocida por sus tiendas de electrónica: (normalmente así)
Nishi Shinjuku:
Shinjuku, salida sur: (normalmente así)
Southern Terrace:
Habitualmente se ve así: (foto de Flickr)
Un pachinko, siempre abiertos hasta muy tarde:
Incluso la estación de Shinjuku, la estación más transitada del mundo, en plena hora punta (19:30 de un martes) no muestra la imagen de caos que quieren dar a entender los medios extranjeros:
La línea Chuo, eso sí, llena como siempre:
Cómo he vivido el mayor terremoto en la historia de Japón
Escribo esta entrada un par de días después del terremoto que ha ocurrido frente a la costa noreste de Honshû, del que todo el mundo ya ha oído suficiente y no es mi intención explicar, así que me limitaré a contar cómo lo he vivido estos tres días.
En el momento de la primera (y mayor) sacudida me encontraba volviendo de una excursión en una zona rural al oeste de Tokyo con un amigo japonés. Justo estaba haciendo una foto cuando me da la típica sensación de mareo que siempre da antes de darse uno cuenta de lo que realmente está pasando. Entonces el resto: árboles agitándose, un característico ruido de todo sacudiéndose, crujidos y sensación de que todo (incluyendo las montañas que había alrededor) temblaba. Rápidamente consulté en el teléfono móvil la información sísmica mientras pensaba que allá donde estuviera el epicentro lo debían estar pasando muy mal. Efectivamente, al ver que se trataba de un grado 7 en la escala japonesa me doy cuenta de que jamás he oído de un sismo de semejante magnitud en Japón (que ya es decir).
A los pocos minutos del terremoto en los combini ya se habían preparado para que no se les cayeran las botellas
Seguimos caminando hacia la estación de tren que nos debía llevar de vuelta a la zona más urbana y mientras tanto vamos notando las sacudidas de las réplicas, la más fuerte de las cuales nos pilló en la misma estación. La gente no se movía, pero yo tenía claro que estaba más seguro fuera de la estación que bajo techo.
Al poco rato se dice por megafonía que se trataba del mayor terremoto del que se tenía constancia en el país, y que todo el servicio de tren de la zona se encontraba parado hasta nuevo aviso. Tras varias horas esperando y tras saber que no se iba a restablecer el servicio hasta el día siguiente llamamos a unos amigos que vinieron rápidamente a buscarnos en coche (¡gracias!).
La máquinas muestran que el servicio ferroviario se encuentra parado.
Las principales vías de acceso a Tokyo estaban bastante saturadas como era de esperar al no haber servicio ferroviario, pero finalmente llegamos a nuestras casas esa noche. Mientras, las réplicas no cesaban, algunas suficientemente fuertes como para hacer que me pusiera de pie preparado para salir a la calle en cualquier momento. Esa noche dormí a ratos, ya que los temblores me iban despertando.
A la mañana siguiente empiezo a informarme más en profundidad sobre la situación al norte del país, donde estaban pasándolo realmente mal tras los terremotos en sí, los tsunamis y los incendios. Empiezo a darme cuenta de que muchos medios extranjeros, y especialmente españoles, están basando las noticias en lo que les decían algunos “bloggers” que están viviendo aquí. No sé si eran los propios medios tergiversando la información a base de medias verdades o los mismos informantes que querían atraer la atención, pero a partir del sábado empecé a leer noticias que describían un Tokyo al borde del holocausto: gente abarrotándose en supermercados casi vacíos, amenazantes réplicas que no dejan de sucederse, una población totalmente alarmada por la explosión en la central nuclear de Fukushima, gente que empieza a escapar de la capital por miedo a la contaminación radioactiva, etc. Y mientras yo viendo una realidad totalmente diferente:
Supermercado el sábado por la tarde: “sin existencias” y “abarrotado” de gente loca por comprar víveres para sobrevivir a la catástrofe.
Lo único que pude ver en los cinco o seis supermercados a los que entré en varias zonas de Tokyo fue que se acabaron ciertos productos, como los fideos instantáneos, la mayoría de marcas de leche y agua y algún otro producto. El resto, más o menos como siempre.
Evidentemente es serio, y mucho, lo que ha pasado. Pero de ahí a que realmente estemos viviendo esa situación descrita por algunos medios hay mucha diferencia. Uno siente las réplicas si está en casa sentado, no así si está caminando. De hecho, la inmensa mayoría de las réplicas se oyen más que sentirse: hay que mirar la lámpara (es el sismógrafo de muchos de nosotros) o las cortinas para cerciorarse de que realmente hay un temblor… os podéis hacer una idea de en qué han consistido esas réplicas. Mientras, amigos japoneses llamándome para ir al centro de Tokyo a cenar, etc., todo dentro de la más absoluta normalidad (o casi). Los desperfectos en Tokyo hay que buscarlos: algún cristal roto y poco más.
Otra cosa son los medios japoneses: en un país normalmente falto de noticias en el que una paliza a un actor de kabuki es la noticia más analizada y comentada del mes es de esperar que la noticia de este desastre sea el único tema del que hablan. De hecho, la mayoría de los principales canales de TV llevan emitiendo ininterrumpidamente noticias desde el viernes día y noche, aún no he visto otro programa en TV que no sean noticias.
Unas imágenes que no estaréis acostumbrados a ver: presentando las noticias con casco.
En esta última foto dando las noticias además a oscuras debido a los cortes de luz que ha empezado a haber esta tarde en la prefectura de Miyagi. Todo un ejemplo de profesionalidad, ¿no?
En resumen, muy mal los medios de comunicación extranjeros, que se han dedicado a alarmar a la gente (sobre todo a las familias de los que vivimos aquí) y a centrar gran parte de la noticia en Tokyo, donde prácticamente todo ha transcurrido dentro de la normalidad (excepto el paro de trenes, algunos desperfectos y los cortes de luz que se prevén para mañana lunes), quitando protagonismo a quienes realmente lo merecen: las prefecturas de Fukushima, Iwate y Miyagi.
Y a todo esto, he oído que en España se ha dicho que la embajada española ha confirmado que todos los españoles se encuentran bien. Que yo sepa, solo han intentado ponerse en contacto con los españoles residentes en las zonas afectadas, no han llamado a nadie aquí en la capital (tampoco es que lo necesitemos). Lo curioso es que ellos me dijeron que me debía inscribir en el registro de la embajada precisamente para esto, para que me localizaran en caso de terremoto. Bueno sí, y para avisarme de los eventos oficiales que haya en la embajada.
Como último punto a remarcar decir que me he quedado admirado del comportamiento del pueblo japonés ante la catástrofe: están demostrando ser un país preparado y dispuesto a ayudarse entre ellos. Aunque los que leéis este blog sabéis que también me quejo cuando hay cosas que no me gustan de aquí, sin duda lo que ha pasado estos días ha hecho que crezca mi admiración por este país.
Japón ha sabido salir adelante con la cabeza bien alta tras otras catástrofes, estoy seguro de que saldrá también airoso de esta.
Nueva ruta de bajo coste Tokyo-Kuala Lumpur
Hoy se ha hecho público oficialmente que AirAsia, la compañía líder entre las aerolíneas low cost del sudeste asiático, va a inaugurar una ruta entre el recientemente ampliado aeropuerto de Haneda, en Tokyo, y la capital malaya. Se convertirá así en la primera compañía de vuelos internacionales de bajo coste en operar en Tokyo, y en la segunda en Japón, tras la llegada de Cebu Pacific Air al aeropuerto de Kansai (Osaka) hace unos meses.
La compañía empezará a operar a partir del próximo 9 de diciembre, y entre el 23 de septiembre y el 31 de octubre ofrecerá vuelos a partir de 5000 yen. Una vez pasada esta promoción los vuelos costarán entre 10.000 y 22.000 yen (en clase económica).
Habrá tres vuelos semanales disponibles desde Tokyo (los martes, jueves y domingos), todos saliendo a las 23:45 y llegando a Kuala Lumpur a las 6:30h del día siguiente. Desde Kuala Lumpur saldrán a las 14:30, llegando a Tokyo a las 22:30h de ese mismo día.
AirAsia parece estar interesada en abrir nuevas rutas a otras ciudades japonesas más adelante. Una muy buena noticia en estos tiempos de crisis, a ver si cunde el ejemplo y poco a poco la competencia hace que los precios de los vuelos bajen en un país que prácticamente no sabe lo que es volar a bajo coste.
Una vez en Kuala Lumpur se puede volar a otras ciudades asiáticas a bajo precio con cualquiera de las muchas compañías low cost que hay disponibles.
Avión de AirAsia con el que llegué a Kuala Lumpur desde Phuket hace escasas semanas.
Un A330-300 recientemente adquirido será el que cubrirá la ruta.
Vallando la línea Yamanote
La línea Yamanote, la más famosa e importante de Japón, está siendo vallada a fin de evitar caídas accidentales a las vías o golpes por el paso del tren a pasajeros despistados. Este tipo de accidentes se da muchísimas veces a lo largo del día, especialmente en horas punta, cuando los andenes se congestionan y la gente con prisa pasa la famosa “línea amarilla” (que podéis ver en las fotos de abajo), acercándose demasiado a las vías.
Estación de Ebisu (Tokyo).
La verdad es que esta medida ya se debería haber tomado hace mucho tiempo, al igual que lo hicieron en su día otras compañías, como Tokyo Metro. Por ahora se ha empezado con la estación de Ebisu, y en agosto se vallará también la de Meguro. El proceso será lento, y se espera haber vallado todas las estaciones de la línea Yamanote (un total de 29) para el año 2017.
Seguramente se evitarán muchos suicidios, al menos en esta línea. Japón consta, con una media de algo más de 90 suicidios diarios, entre los países con más suicidios en el mundo (proporcionalmente sólo por detrás de Corea del Sur y Hungría).
Tokyo, ¿la ciudad más cara del mundo?
Hoy han dicho en la televisión japonesa que Tokyo figura de nuevo en cabeza en la lista de ciudades más caras del mundo. Hace justo un año la ciudad africana de Luanda desplazó a la capital nipona, pero este año Tokyo vuelve a recuperar el primer puesto. Este hecho se debe, entre otras cosas, al encarecimiento del yen frente al resto de monedas (endaka, 円高). La lista la ha elaborado la consultora ECA, y la podéis ver aquí.
No obstante, para los que vivimos en Tokyo no nos da la sensación de que estemos viviendo en el lugar más caro del mundo, ni mucho menos. Aunque evidentemente el alquiler (o la compra) de un piso en el centro de la ciudad es carísimo (como en cualquier otra gran urbe del primer mundo), y cosas como el transporte tienden a ser caros, la vida aquí no tiene por qué ser más cara que en cualquier ciudad europea, por ejemplo.
Pongo unos ejemplos para que juzguéis, sacada mismamente de la compra que he hecho esta tarde:
1 litro de leche entera: 157 yen ( 1€ actualmente cuesta unos 110 yenes). Si la leche es desnatada, 108 yen/litro
1 litro de zumo de naranja o pomelo 100%: 98 yen
Algo más de 1/2 kilo de sandía (la sandía es una fruta tradicionalmente cara en Japón): 196 yen (está a mitad de precio, pero es que esto de los descuentos es algo habitual en los supermercados)
Una bandeja de sushi (10 piezas): 349 yen
277 gramos de bonito fresco: 135 yen
1 bandeja de tomate cherry (100g): 98 yen
1 lechuga: 98 yen
1 tomate: 70 yen
1 piña mediana: 198 yen
Además, muchos supermercados proveen gratuitamente algunos servicios. En el mío, por ejemplo, se puede llenar una garrafa de agua purificada (al estilo de las jarras filtrantes Brita) gratis, con lo que uno se ahorra comprar agua mineral.
Siguiendo con el tema de la comida, hoy he comido esto a mediodía en un restaurante: filete empanado de pollo, una pequeña ensalada, tsukemono, sopa de miso y arroz. El precio: 660 yen (unos 6€). Hay que contar además que el agua o el té son gratis en todos los restaurantes en Japón.
El precio del resto de necesidades básicas, como la ropa, no difiere en absoluto del que pueda tener en cualquier otra ciudad europea, por ejemplo. Muchas veces es incluso más barata. Además, de sobras es sabido que casi cualquier producto o servicio tecnológico suele ser más barato que en otras ciudades no japonesas.
¿Os parece muy caro todo esto?
Nippori (日暮里)
Nippori es uno de esos barrios residenciales que no figuran en los típicos itinerarios que uno hace al visitar Tokyo. Se encuentra a pocos minutos de Ueno en la misma línea Yamanote.
Al igual que otras zonas del norte de Tokyo, se trata de una de las zonas antiguas de la capital (shitamachi), que no fue tan castigada durante los bombardeos de la 2ª Guerra Mundial.
Vale la pena alejarse un poco del bullicio del centro y dedicarle un par o tres de horas para hacerse una idea del ambiente que debía haber hace unas décadas, especialmente para aquellos que no vayan a visitar Kyoto u otra ciudad antigua.
Bajando en la estación de Nippori, y saliendo por la salida sur uno ve una pequeña cuesta a la izquierda que da al cementerio de Yanaka. Es una oportunidad de ver un típico cementerio japonés, con sus tumbas y tablillas conmemorativas.
Continuando un poco más adelante uno ya se empieza a adentrar en la zona más residencial. En esta zona lo más interesante es la Yanaka Ginza Shôtengai (谷中銀座商店街), una calle de tiendas típicas en la que se puede encontrar desde tiendas de comida preparada hasta locales de artesanía (a destacar las que venden productos de té).
El Meg-Rin, un autobús “retro” que recorre la zona de Asakusa, Ueno y Yanaka.
La calle Yanaka Ginza Shôtengai.
Tras la visita, uno puede aprovechar para visitar Ueno, Asakusa o Akihabara, que quedan bastante cerca de aquí.
Tulipanes
Después de los cerezos le llega el turno a los tulipanes, una flor también muy admirada en Japón, aunque no sea originaria de aquí (la trajeron los holandeses).
Este parque está en la ciudad de Hamura, al oeste de Tokyo.
Debido al inusual frío que ha hecho, este año las flores de cerezo han aguantado bastante tiempo en los árboles.
Ya se empieza a ver los koi nobori (鯉幟), banderas con forma de carpa que se izan para desear que los hijos crezcan fuertes como las carpas, capaces de remontar los ríos. Estas banderas se ven especialmente en días como el kodomo no hi (子供の日, “día de los niños”), el 5 de mayo.
Una semana después de tomar estas fotos, volvimos al invierno durante unos días, y según dijeron en las noticias, los tulipanes se volvieron esconder.
Lago Saiko (西湖), en Yamanashi:
Tokyo Sky Tree, el edificio más alto de Japón
Ayer fui al barrio de Sumida a ver la Tokyo Sky Tree, de la que ya hablé hace un par de años.
Resulta que precisamente anteayer 29 de marzo la torre alcanzó los 338 metros, sobrepasando así a la Torre de Tokyo (333 metros) y convirtiéndose ya en el edificio más alto de Japón.
Según me dijo la gente que había allí esto lo anunciaron por televisión, lo que en un país como es Japón al salir de la estación a la calle me encontré con este panorama:
Centenares de personas llenaban cada lugar que había para hacer fotos a la ya emblemática torre.
Aunque en un principio la torre iba a medir 610 metros, al final medirá 634, lo que la convertirá en la segunda estructura más alta del mundo, por detrás del imponente Burj Khalifa.
Cartel que anuncia su altura actual.
Como se puede ver, el barrio en el que se ubica es bastante antiguo. Con la construcción de la torre (y sus respectivos centros comerciales, etc.) se pretende dar vida a esta zona alejada de los puntos turísticos de la ciudad. Por lo que pude ver ayer estoy seguro de que lo conseguirán.
Aunque en la base es triangular, a medida que sube la torre se va haciendo cilíndrica.
Evidentemente, cuando se inaugure en la primavera de 2012, la antigua Torre de Tokyo perderá una gran cantidad de visitantes. Se espera que la construcción se finalice en diciembre de 2011, y su observatorio más alto estará a 450 metros.
Actualización: añado un vídeo que salió hace unos días en el diario Mainichi News.
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