Tulipanes
Después de los cerezos le llega el turno a los tulipanes, una flor también muy admirada en Japón, aunque no sea originaria de aquí (la trajeron los holandeses).
Este parque está en la ciudad de Hamura, al oeste de Tokyo.
Debido al inusual frío que ha hecho, este año las flores de cerezo han aguantado bastante tiempo en los árboles.
Ya se empieza a ver los koi nobori (鯉幟), banderas con forma de carpa que se izan para desear que los hijos crezcan fuertes como las carpas, capaces de remontar los ríos. Estas banderas se ven especialmente en días como el kodomo no hi (子供の日, “día de los niños”), el 5 de mayo.
Una semana después de tomar estas fotos, volvimos al invierno durante unos días, y según dijeron en las noticias, los tulipanes se volvieron esconder.
Lago Saiko (西湖), en Yamanashi:
Tres cosas que no soporto de Japón
Aunque en el blog suelo hablar de cosas que me gustan de este país, hay algunas cosas que me sacan de quicio. Hoy voy a hablaros de tres de ellas, dos de las cuales tienen que ver con los días de lluvia.
En estas últimas semanas en que está lloviendo bastante más de lo normal (hoy mismo llevamos más de 24 horas lloviendo sin parar) me encuentro cada día con estas situaciones que inevitablemente me hacen comparar la ciudad en la que vivo con Barcelona, lugar donde vivía antes de venir aquí.
La primera es la sorprendente torpeza de la gente en general a la hora de caminar con un paraguas. Los días de lluvia, cuando paso por lugares bastante transitados (cosa no muy difícil aquí) tengo que enfocar el paraguas hacia adelante si no quiero ir “comiéndome” los paraguas de la gente que pasa a mi lado. La gente va tan “a su bola” que no se da cuenta de que están a punto de sacarle un ojo a la persona con la que se cruzan. Al principio me sabía mal tener que poner el paraguas hacia adelante, puesto que va chocando con el paraguas de todo aquel que no esté atento mientras camina, pero ya hace tiempo que me cansé de tener que vigilar los paraguas de los demás, sobre todo tras “comerme” unos cuantos.
Ocurre todo lo contrario cuando van en bicicleta: aquí todo el mundo maneja la bicicleta con una habilidad asombrosa. He visto a gente pasar entre los coches que circulan un día de lluvia mientras con una mano sostienen el paraguas y con la otra escriben un e-mail con el móvil. A mí que ya me cuesta llevar el paraguas y la bicicleta a la vez…
La segunda son los charcos que se forman cada vez que llueve. Al ser Tokyo una ciudad tan masiva, sólo algunas zonas céntricas están embaldosadas. El resto suele estar simplemente asfaltado, con lo cual se forman zonas más hundidas que otras, y al llover se inundan. Incluso las zonas embaldosadas suelen ser irregulares, por lo que si no se vigila uno acaba pisando un charco de agua y empapándose el pie.
Tal vez en Barcelona también ocurra esto, pero nunca he sido consciente de ello. Quizás es el hecho de que aquí llueve más.
Por último, la dichosa línea amarilla que recorre la mayoría de las calles de las ciudades. La línea en cuestión es una señalización para ciegos. Pero vamos, que creo yo que no hace falta darle tanto relieve para que la noten y sepan por dónde ir. Al principio uno no se da cuenta, pero cuando lleva unos meses pisándola empieza a molestar cada vez más y más, incluso duele si se llevan zapatos con poca suela. La gente suele evitarla inconscientemente, intentando pisarla lo mínimo posible, porque molesta. Recuerdo que esto de que es un incordio me lo dijo un amigo, y al principio pensé que era un exagerado. Ahora tengo que darle la razón.
(Las fotos las he sacado de Flickr, que no tengo ganas de salir con la lluvia a hacerle fotos al suelo :P)
Entradas recientes
- Gafas por gusto
- Nakameguro (中目黒)
- Sistemas de aviso urgente de terremotos
- El parque de Mitsuike (三ッ池公園)
- Cómo están las cosas por Tokyo a día de hoy (15 de marzo de 2011)
Últimos comentarios
- Yamagushi en Alquilar un piso en Japón
- Maria Jose en Subida al monte Fuji
- alfonso en Murakami en Versalles
- RAUL PEREZ en Murakami en Versalles
- Gami en Gafas por gusto
