Gafas por gusto
Aunque al parecer no es algo único de Japón, por lo visto aquí (y en Corea del Sur) es una moda bastante más extendida que en otros lugares. Me refiero a lo que en Japón se conoce como “datemegane” (伊達眼鏡, ダテめがね) o, lo que es lo mismo, llevar gafas por gusto. No se llevan para corregir ningún defecto visual ni para proteger los ojos de la luz. Las lentes de las gafas se sustituyen por unos simples cristales sin graduación, o a veces incluso sólo se lleva la montura sin cristales siquiera.
En realidad, más que por gusto se llevan por estética, ya que unas grandes gafas, a poder ser de pasta oscura, resaltan y hacen que los ojos parezcan más grandes, cosa muy apreciada aquí. Además, dan cierta imagen de inteligente, algo que ha potenciado la industria del anime y sus chicas meganekko (“chicas con gafas”, メガネっ娘).
No es nada nuevo por aquí, pero es especialmente durante estos últimos meses que al parecer se han puesto de moda y se ven por todas partes: en la calle, en los programas de televisión… incluso hay multitud de tiendas especializadas en este tipo de gafas.
Si pasáis por aquí fijaos y veréis que bastantes chicas (y algunos chicos) con gafas en realidad las llevan sin cristales.
Murakami en Versalles
Hoy 14 de septiembre se ha inaugurado la última exposición de Takashi Murakami, uno de los artistas japoneses más en boga. Lo chocante es que el emplazamiento escogido para tal exposición ha sido el Palacio de Versalles. Como se puede apreciar en las fotos, el estilo de Murakami (que él mismo define como “pop-otaku”) rompe totalmente con la suntuosidad del Palacio.
“Oval Buddha”.
A pesar de las numerosas protestas por parte de ciertos sectores tradicionalistas en contra de que la exposición se llevara a cabo, finalmente hoy se ha abierto al público (hasta el 12 de diciembre), con lo que Murakami se ha convertido en la tercera persona en la historia en exponer en este lugar.
Takashi Murakami.
“Flower Matango”, en la Sala de los Espejos. Parece mentira que fuera en este mismo lugar donde se definieron las fronteras de Europa y se puso fin a la 1ª Guerra Mundial.
(Fotos obtenidas de la web del Palacio de Versalles)
Aunque Murakami lleva años colaborando con la prestigiosa firma Louis Vuitton en el diseño de algunas colecciones de bolsos, sin duda esto hará que el artista sea bastante más conocido en el extranjero, aunque sólo sea por la controversia creada.
El pliegue de Miura
Koryo Miura es un astrofísico japonés que se hizo famoso por inventar en los ‘70 el “pliegue de Miura” (ミウラ折り), un tipo de pliegue de papel que mejoraba el clásico método de doblar un mapa. Con este método el mapa se podía abrir simplemente con cuatro dedos sin miedo a que se rasgara por los pliegues:
Aquí podéis ver cómo hacer el pliegue.
El sistema que inventó Miura se empezó a utilizar en mapas, hojas de instrucciones, etc. Sin embargo, y puesto que Miura es astrofísico, llevó la utilidad de este sistema hasta el espacio. Las tres características de este pliegue son la facilidad para plegar y desplegar, la posibilidad de reducción a un pequeño volumen y la robustez que proporcionan los pliegues al material. Por ello se empezó a utilizar en el diseño de algunos paneles solares de satélites que JAXA, la agencia espacial japonesa, ha mandado al espacio. Este tipo de plegamiento es muy útil, ya que puede comprimir los paneles y desplegarlos fácilmente en el espacio sin miedo a romperlos, además de darles más resistencia que si fueran planos.
(Fotos de JAXA)
La larga tradición en origami (折り紙, papiroflexia) que hay en Japón llevó a Miura a seguir desarrollando otras variedades y aplicaciones de pliegues. Así, por ejemplo, se basó en patrones naturales para desarrollar modelos de pliegues a los que pudiera dar una utilidad. La manera en que una mariquita pliega sus alas, la forma que adopta un cilindro de papel al ser aplastado, etc. fueron reproducidas por ordenador bajo condiciones ideales para obtener el patrón perfecto.
¡Incluso las mangas de la Gioconda muestran ese patrón!
Quien haya visitado Japón seguramente se habrá fijado en la curiosa forma “arrugada” que tienen algunas latas de bebidas. Ahora ya sabéis por qué son así. Es una de las utilidades del pliegue de Miura, el cual le da más resistencia a la lata que si fuera un simple cilindro.
Las sandías más caras del mundo
Una de las cosas por las que es conocido este país es por el precio de algunas frutas. Quizás la más conocida sea el melón (un par de melones de la variedad Yubari ha llegado a costar dos millones y medio de yen), pero en este caso la sandía tampoco se queda muy atrás.
Como cada año por estas fechas, ayer se subastaron en Sapporo (Hokkaido, la isla más septentrional de Japón) las sandías Densuke (でんすけすいか), la variedad más apreciada del país, y posiblemente del mundo.
En concreto la remesa más cara se vendió a 300.000 yen la pieza, de unos 11 Kg cada una (unos 2700€ -3300US$- al cambio actual). Otras sandías de menor calidad se vendieron a 200.000 yen, y las más baratas se pueden encontrar a unos 10.000 yen.
Los productores aseguran que aunque sea una sandía su sabor poco tiene que ver con el de las demás, debido al nivel de dulzura que alcanza.
La variedad más cara. Hace dos años se llegó a pagar 650.000 yen por una pieza, siendo la sandía más cara jamás vendida.
No extraña, pues, que una sandía o un melón sea un típico (y costoso) regalo que se hace en verano en Japón.
En Shibuya, entre otros muchos sitios, se puede comprar esta variedad de sandía. La tienda (Nishimura Fruits, en la que a veces también se pueden ver las famosas sandías cuadradas) está justo enfrente de la estación de Shibuya (aquí).
Foto obtenida de Flickr.
Café de conejos
No se trata ni de una nueva bebida hecha a base de conejos, ni de un café para conejos, aunque también podría ser. Esta vez la excentricidad/chorrada/curiosidad (no sé cómo catalogarla) es un café en el que los clientes pueden jugar con conejos cuando van a tomar algo.
Como prácticamente todo el mundo sabe, en Japón son frecuentes los cafés “temáticos”, por decirlo de algún modo. Existen cafés donde el tema principal son las meido (especialmente en Akihabara), otros son los gatos (los clientes pueden estar con gatos, y si quieren, tomar algo).Este tipo de cafés son bastante famosos, y se pueden ver prácticamente en cualquier ciudad grande. Lo que no había visto nunca era un café de conejos. Este en cuestión se llama “Usagi to cafe” (“Conejos y café”… original, ¿verdad?).
Que sepa, por ahora sólo existe un café de este tipo, en la ciudad de Nagoya (aquí). Os presento a algunos de sus “trabajadores”:
Lamune
Ash
Melon
El precio es, según la página web del café, de 900yen por 30 minutos (incluye una bebida), o 1200 yen una hora (el precio incluye un menú de mediodía). Además de algunas representaciones relacionadas con el tema de los conejos ofrecen también algunos platos con el mismo tema, como explican en el siguiente video.
Si el inglés británico no es lo vuestro, siempre podéis mirar un resumen en español aquí.
Qué manía con que en Japón hay muchas restricciones para tener una mascota. He visto a gente aquí por la calle con lémures, cerdos vietnamitas, y otras mascotas raras.
Tengo entendido que hay cafés de escarabajos, una mascota bastante normal en Japón. Si veo alguno ya lo pondré aquí.
Durmiendo de pie sin caerse
Visto esta noche en la estación de Shinjuku. Había visto gente dormida en bicicletas, o incluso colgados -de pie- de las agarraderas de los trenes, ¡pero de pie sin agarrarse a nada! A esto lo llamo yo equilibrio.
Puedo asegurar que estaba completamente dormido, ahí oscilando sin caerse. Y yo no he sido el único en sacarle una foto.
Aprovechando las posibilidades 3D de una Nintendo DSi
Descubro vía tinycartridge que Nintendo saca un juego en el que aprovechan el head-tracking de la cámara integrada en la DSi para crear un entorno 3D sin necesidad de gafas. El sistema, ya visto hace un par de años, utiliza el reconocimiento facial de la consola para que la imagen de la pantalla varíe de acuerdo a su posición respecto a nuestra cara, lo que crea un efecto muy realista.
El juego se llama “Rittai kakushi e atta kore da” (立体隠し絵アッタコレダ), lo que en español viene a ser el curioso título “El dibujo escondido en 3D, lo tengo, aquí está”. Aunque la temática del juego (encontrar unas letras escondidas tras las formas tridimensionales para formar palabras) no parece muy interesante, sí lo es la manera en que lo hace, la cual abre muchas posibilidades lúdicas a la videoconsola.
Según Nintendo en esta página web, el juego sale a la venta este miércoles 3 de marzo como parte de la línea DSiWare a un “precio” de 500 puntos. Eso sí, sólo en Japón.
Raphael cantando en japonés
Ahora que el tema Eurovisión está de moda por varios motivos, me he acordado de uno de sus cantantes más representativos muchos años ha, cuando el festival todavía era algo serio y tenía cierta relevancia en Europa.
Pocos saben que el histriónico (¡toma palabreja!) Raphael compuso un tema en japonés en el año 1974, como parte de un disco que salió a la venta en Japón. No fue una canción que hiciera historia por estos lares, pero hay que reconocer que la combinación Raphael+japonés tiene su gracia.
A pesar de tener un marcadísimo acento español creo que tiene un gran mérito ponerse a cantar en una lengua de la que uno no entiende ni una palabra de lo que está diciendo.
Y ya puestos a hablar de antiguos cantantes, os dejo también una secuencia de un programa de humor del año pasado en el que intentan imitar a Julio Iglesias, quien sí que tuvo bastante éxito por aquí (una de sus hijas incluso llegó a hacer anuncios en la TV japonesa).
En directo desde el espacio
El japonés Noguchi Soichi es uno de los actuales tripulantes de la Estación Espacial Internacional (ISS en inglés), que orbita alrededor de la Tierra a unos 350 kilómetros de altitud.
Últimamente se está haciendo famoso por “twittear” las fotos que va haciendo desde una nueva cúpula instalada hace unas semanas y desde la cual se tienen impresionantes vistas de la superficie de la Tierra. Aquí su canal de twitter.
Aunque alguien pueda pensar que para eso ya tenemos el Google Earth, lo cierto es que tiene mucha más gracia poder ver la ciudad donde vivimos prácticamente en directo.
Tokyo desde el espacio esta misma noche.
Desembocadura del Mahajamba, en Madagascar.
Puesta de Sol en Australia… vista desde el espacio.
Este no lo digo, que ya lo sabéis. :)
El hecho de poder comunicarse desde el espacio le permite interactuar con sus lectores, como aceptar peticiones de fotografías (hace una órbita a la Tierra cada 92 minutos), o incluso hacer juegos, fotografiando un lugar y preguntando qué sitio es.
Además, sale bastante en las noticias dando entrevistas en directo, mostrando la Tierra en ese momento, o haciendo algunos experimentos. JAXA, la Agencia Espacial Japonesa, tiene un canal en Youtube donde Soichi muestra algunos sencillos conceptos de física mediante experimentos en gravedad cero (en japonés):
Seguridad en Japón
No sé si será el hecho de que provengo de un país en el que el hurto (entendido como robo, normalmente sin violencia) está a la orden del día o qué, pero si hay algo que me maraville de Japón (aunque uno ya acaba acostumbrándose sin darse cuenta) es la práctica ausencia de robos. Ya antes de haber pisado nunca este país había oído que Japón era uno de los países más seguros del mundo, pero cuando, estando aquí, uno se deja olvidada una cámara de vídeo en la calle y cuando la da por perdida y vuelve (varias horas más tarde) sigue estando ahí como si nada, se pregunta si es que habrá tenido mucha suerte. Y cuando situaciones parecidas se repiten una y otra vez uno empieza a entender por qué los japoneses son el objetivo más fácil para los amigos de lo ajeno que pueblan España y otros países latinos. Es lo que se conoce en japonés como «heiwa boke»(平和惚け), o atontamiento por vivir en una sociedad pacífica, lo que hace que no posean el sentido de vigilar sus pertenencias por temor a que se las roben.
Esto no dejaría de ser algo evidente si se tratara de países con poca población o relativamente aislados. Pero el caso de Japón, y especialmente de Tokyo, con la mayor aglomeración poblacional del mundo, no tiene parangón con países igualmente seguros como Noruega, Nueva Zelanda o Dinamarca, lugares relativamente rurales y con poca población, en los que esa seguridad es bastante de esperar.
Me he llegado a dejar olvidada en el tren mi bolsa con la billetera, documentación y dinero y, tras darme cuenta, ir al jefe de estación y este, tranquilamente, tras llamar a la estación de destino del tren y comprobar que la bolsa es mía darme las señas para recoger la bolsa en la otra estación, que nadie había tocado. En las cafeterías y restaurantes del centro de Tokyo dejar todas las pertenencias de uno en el asiento mientras va al baño (estando solo) es lo más normal del mundo, o dormir mientras todas las pertenencias de uno están en el portaequipajes superior al alcance de cualquiera, ya sean ordenadores o cualquier otra cosa.
Como digo, cada día me encuentro con escenas que serían totalmente imposibles de ver en España (ver, por ejemplo, chicos con una cartera Louis Vuitton llena de billetes sobresalir del bolsillo trasero del pantalón hasta el punto de casi caerse mientras el dueño está prácticamente dormido de pie), pero no me atrevo a hacer una foto por no llamar excesivamente la atención. Pero hace pocos días grabé un pequeño vídeo que muestra un poco lo que cuento.
El chico está totalmente dormido, tanto que cuando el tren llegó a la estación final él ni se enteró y siguió durmiendo. El resto de personas a su alrededor estaban igualmente dormidas. En la bolsa llevaba, entre otras cosas, su billetera, una PSP y lo que parecía ser un iPhone o iPod touch. Perdón por la mala calidad del vídeo, pero lo hice con el móvil medio a escondidas.
Ventana externa
Y esta es la escena habitual con la que uno se encuentra en la entrada de cualquier supermercado. En la foto, un vehículo abierto sin su dueño presente y una bicicleta aparcada con la cesta llena de compras mientras el dueño está dentro comprando.
Cuando hablo con algún japonés del tema de la seguridad me suelen decir que no me fie, que ladrones también hay en Japón. Pero luego son precisamente ellos los que no cierran la casa o el coche cuando se van a comprar, etc.
Por supuesto, los robos también existen en Japón, y más en ciudades grandes donde no sólo viven japoneses. Pero debe ser algo tan anecdótico que uno lo acaba medio olvidando. Debe ser por eso que son noticia robos que harían reírse a los ladronzuelos de mi barrio en Barcelona.
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